viernes, 26 de abril de 2013

Pre-historia.



Al final fuiste tú el que más me hizo daño.
Tú al que no le importaba nada.
El que no quería (nada).
Y yo no lo entendí. Yo tuve la culpa.
Al final fui yo la que más me hice daño.
Al creer que iba a dar para más.
Al confiar en tí y dejarme ilusionar.
O crearme mis propias ilusiones.
"Un romántico nunca concreta sus sueños, porque precisamente de sueños vive. El momento en que su sueño acaba, acaba también el romántico"
Creo que contigo aprendí que ser un romántico no vale la pena.
Que se va de corazón en corazón roto.
Y no es sano. Siempre supe que no era sano.
Pero como siempre, tuve la esperanza de cambiarte.
Y no me sirve de nada que después de encontrar el rumbo me dijeras:
- Querí pololear conmigo? Pero de verdad, pololea conmigo, quiero estar contigo.
No me sirve.
Menos mal que no me arrepentí de haberme atado al barco.
A ese barco que me acerca cada vez más a puerto.
En vez de atarme contigo a una balsa perdida eternamente en el mar.
Una balsa que apenas se acerca a tierra, decide voltear y volver a perderse.
Siempre fuiste eso. Siempre estuviste perdido.
Pero esa era tu esencia.
Y yo quería ser un poco como tú. Que no me importara nada.
Ahora me doy cuenta de que no puedo cambiar lo que soy
Y que solo decidí hundirme en tí y vivir en la confusión, tratando de encontrar un puerto que nunca llegaría.
Fui lo pero que pude ser para mi misma, junto a ti.
Me hice el daño más grande que pude haberme hecho.
Pero fue necesario.
Esa pendejada de los amores platónicos tenía que acabar.
Y acabó a tiempo.
Antes de terminar como ella.
Pude hacer lo que siempre quise.
Y ahora no quiero nada más que llegar a puerto.
No quiero nunca más sentirme así de perdida en medio del mar.
Del frío.
En medio de las luces y el cielo gris.
En esa placita de los departamentos de Borja.
Fumándome 7 cigarros seguidos escuchando esa canción.
Sin entender nada de lo que me pasaba.
Esperando a alguien que ciertamente no quería ver.
Sin ver a quién debía ver. A quien vi luego. Al faro.

Nunca más. Lo prometí. Y lo voy a cumplir.

Ojalá nunca hubieras pasado por mi.
Ojalá nunca hubiera pasado por ti.
Ojalá nunca te hubiera dejado pasar por mi.

¿Por qué no te decides, y me dejas ser lo que soy?
¿Por qué no te decides, y me dejas de confundir?



Háblame de amor...

¿Por qué no puedo dejar de sentirme tan mal?
¿Por qué todavía siento que me mienten?
¿Por qué sigo confiando en una persona que tiene tantas formas de mostrarse al mundo?
De todos los anteriores, esto fue lo peor porque me ilusionaste. Todos los días suenan en mi cabeza esas palabras que le dijiste "sin pensar" pero sigo creyendo dentro de mi que hay algo muy verdadero en ellas.
No puedo evitar pensar que seguirás conmigo porque es lo mejorcito que tienes y que cuando tengas tu sueldo te irás con ella. Ya no sé si quiero seguir proyectándome tanto contigo, ya no sé que quiero.
A veces pienso en terminar y me daría pena estar sola, no quiero volver a ser la mina que se come a un hueon que no la quiere. No me hace feliz que los hueones me extrañen cuando ya no estoy con ellos porque se dan cuenta de que valía la pena estar conmigo. No quiero que me usen de juguete.
Ojalá nunca haber leído eso, pero igual me alegra haberme enterado de esas cosas.
No quiero más sorpresas, de verdad que no quiero más sorpresas.
Puse las manos al fuego por ti y me quemé hasta el codo, espero no quemarme entera una próxima vez.
Yo nunca te hice algo así, no merecía eso. De ninguna manera.
He pensado en vengarme, pero no sé como.
No sé si en verdad es lo que quiero.
Por eso he pensado mucho en el Linus.
Sigo pensando que algún día las cosas resultarán así.
Pero tampoco me hace feliz.
Pensé que seríamos la pareja perfecta porque eso me hiciste creer.
Me dijiste que nunca harías algo así.
No sé si volver a creerte. Aún no puedo confiar 100% en tí.
Y me parte el corazón todo esto.

miércoles, 3 de abril de 2013

apología del héroe (al amor más vivo que muerto).

Hoy mientras iba en el auto de camino a mi casa, me puse a pensar en el sueño que tuve.
Aquel sueño en que te encontraba tal cual como eras antes.
Y donde luego de mirarnos unos instantes te acercabas a mi y nos besábamos.
Y el beso era más real que ficticio.
Ahí no supe si besé los labios de mi futuro, o si fue solo una ilusión mental.
Fue real, lo sentí, y me sentí mal.
Y no lo disfruté porque el sentimiento de traición me partía el corazón.
No entendía nada.

Miraba hacia delante la luz de los focos que alumbraban la oscura carretera, y mientras pensaba en la muerte típica en que el cinturón de seguridad te hubiese salvado la vida, vinieron a mi mente un par de cosas.
Rememoré el sueño y vi que tu cara estaba algo confundida.
Y que yo también estaba confundida.

Pensé el porqué del sueño, y bueno... era bastante obvio y cotidiano.
Y luego pensé que por qué el sueño tuvo que ser así.
Por qué mejor no simplemente nos decíamos hola.
Y recordé la penúltima vez que nos vimos, y recordé  tus ojos, como me mirabas.
Y recordé todo... sobre todo cómo me mirabas y cómo sonreías... y tus ironías y tu sarcasmo.
Y las pequeñas e inconclusas posibilidades que me hubieran favorecido si hubieran tenido intencionalidad.

Recordé que tú eras "the hero" y "the only one" en mi voz cuando versaba canciones de Yellowcard.
Tarjeta amarilla, precisamente en eso se basa todo, y en eso se basará hasta el día en que lo asuma.
Y pensé en que si te hice dueño de los versos ahora caben dos posibilidades: uno, fueron falsos; o dos, todo este futuro acabará y terminaré volviendo a llenar este diario de vida.

Y me sentí inmensamente mal, y recordé que eras (the hero), spidey, que eras todo.
Por algún motivo no veo de tan mala forma las estupideces que se me vienen a la cabeza, no me sentiría mal por mi, me sentiría mal por él, y por echar a la basura todo.
En verdad si me sentiría mal de perder todo lo que tengo, y me sentiría mal de que para no perderlo, tuviera que mentir incesantemente.

Recuerdo la obra que vimos, y que yo lloraba. Y fue un lindo día, y me sentí más que tú, por primera vez.
Sentí tu miseria y no la mía.
Ahora creo que volví a sentirme inferior, creo que para ser exacta un 1% inferior a ti.

(...) te quiero mucho 
(...) te quiero también,