viernes, 11 de diciembre de 2009

Circulo Vicioso



La vida aveces enseña de maneras duras y poco entendibles... pero al fin y al cabo te enseña algo.

Dicen que a porrazos se aprende, y he constatado que efectivamente es verdad... los golpes duros y a distancia dulen mucho, pero finalmente te dejan una buena lección de vida...

Esto se aplica más aún cuando te cuesta aprender la lección, y caes una y otra y otra vez sin sacar nada bueno... y vuelves a intentar cambiar lo imposible; te pones de pie una y otra vez, ilusionandote con que las cosas cambien... pensando que la gente cambia, que en algun lugar hay alguien perfecto.... hasta que caes desde la máxima altura que puedes soportar y al ponerte de pie nuevamente, te das cuenta de que perdiste el tiempo; y te enfrentas a una nueva realidad, mirando la vida desde una nueva perspectiva; aplicando finalmente lo que se te ha tratado de enseñar mediante el sufrimiento. Concluyendo... aprendiste algo de todos modos.

La mayoria de las veces, aprendes mientras sufres, o bien, sufres mientras aprendes. Es algo inevitable, dos cosas que siempre van tomadas de la mano y que actuan de manera simultánea: una deja una huella mental, es decir, actúa en tu subconsciente; y la otra, la mas dolorosa, es la que se hace sentir en tu corazón... la única manera que existe de hacerte entender; la última opción, que actúa cuando no hay otra manera de hacerlo. Porque las cosas no siempre son buenas o son como se planifican. Eso es todo... simple.

Cuando te hieren se siente como si te pisotearan el corazón... por lo menos eso sentí yo... y cada vez que algo te hiere te duele, cada vez mas... y aveces ocurre tan seguido que te acostumbras a sentir esa herida en el corazón... se hace casi parte de ti. Sobre todo cuando te han herido una y mil veces, por lo que cada vez que sana la herida, vuelve a quebrarte el corazón una nueva historia, que aunque tenga protagonistas distintos, te causa el mismo daño que las demás.
Hasta que al fin te das cuenta que no sirve de nada cerrar la herida una y otra vez, prometiendote que no lo harás de nuevo, que no caerás otra vez en el mismo juego, porque mal que mal, siempre hay un perdedor... y eso hay que asimilarlo. Por lo cual, simplemente te alejas, dejas todo y te dedicas a crear paredes, que aunque no son una solucion madura, te protegen y te ayudan a reconstruir lo destriudo... para que así, cuando exista nuevamente otra oportunidad de ser parte de el jueguito recurrente de perder, tengas el corazón lo bastante fortalecido como para no volver a sufrir... otra vez.

Solo se trata de no caer constantemente en un circulo vicioso.
Paramore - Brick By Boring Brick ♪♫