jueves, 23 de diciembre de 2010

Oh! ♥

No me canso. Es un tema recurrente pero me da de qué escribir. Espero el otro año. Que llegue marzo. Entrar al colegio. Tener que tomar esa micro. Aveces creo en los milagros. Y pediré un deseo a diosito. Cada vez que salgo de mi casa y doblo la esquina, miro hacia el lado contrario. E imagino esa silueta. Caminando despreocupado. Con su uniforme. Escuchando música. Que tonto. Lo del uniforme es imposible. Pero aún así. Recuerdo el gorro. Luego bajo la mirada y continúo con mi camino. Aveces lo olvido. Su rostro. Sus ojos. Entonces acudo a las fotografías. Josh Farro. Y siento mi corazón palpitando. En ocasiones logro capturarlo. Si me concentro lo suficente. Mientras voy de pie en la nada. Escuchando.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Intermedio.

Me cuesta creer que el tiempo pase tan rápido. Se acaba el 2010. Y pasaron muchas cosas. Demasiadas. Algunas buenas y otras malas. Algunas que marcaron y otras que no. Tanta gente que llegó. Otra que se fue. Llantos. Risas. Conversaciones. Momentos... tantos momentos que venían incluso desde el año pasado. Días hermosos. Otros para olvidar. Tantos soles. Tantas noches. Días. Tardes. Amigos. Recuerdos. Y la música. Como olvidarla. Cada melodía que marcó cada día. Cada nota que marcó aquél momento. Aveces se repetían. Y ahora me hacen sonreír. O incluso querer llorar. Sí. Recuerdo cada día. Y me trajeron tantas cosas. Emociones. Cada fracción de tiempo en algún lugar. Con alguna persona especial. Cada detalle. El clima. Cada nube. Mariposas. Pelusas de árbol. Pasto verde. Agua en el suelo. Agua hacia el suelo. Desde el cielo. Cosas memorables. Gente a quién querer. Sueños por cumplir. Sueños postergables. Imaginación. Creativa y basta. Cerrar los ojos y sonreír. Mirar el cielo azul. O las estrellas en la noche. Mis pies que me llevaron a tantos lugares. Corriendo. O lentamente. Él. Aún no paso de ello. Y me quedan esperanzas. No es tan imposible. Vegas. All time low. Sin duda marcó mi año. The great escape. El libro. Aún está ahí. Lo incluiré. Pero no sé a cual de los dos. Paramore se dividió. Pero siguen existiendo los discos antiguos. Las miradas. El sol en la cara. Las idas en la mañana. Y nuevamente las miradas. Los metros e incluso centímetros de distancia. Alcanzaron a ser menos de 10. Las vueltas en la tarde. Esperando algo. Fin de algo. Así debía ser. Me dejó una gran experiencia. El comienzo de lo mejor. Sunset Holiday. Lindos niños. Amigas. Hermanas. Tantos minutos vividos. Cada respiro. Tantos suspiros. Y mariposas en el estómago. Dormir. O cerrar los ojos y soñar. Cambia tanto cada día. Se abre un nuevo capullo. Y es como si fueran personas distintas que se replican día a día. Que aprenden algo nuevo. Que sonríen más. Que aprenden a lidiar con lo que les tocó. Que se reinventan. Que crean. Que tienen inspiración. Esas frases. En aquellos viajes. Ahora él. Algo nuevo. Es emocionante. Es emo. Lo sé. Pero me gusta. Expresa mucho. Sus ojos. Él. Que aveces me gusta y aveces no. Depende del día. De mi ánimo. De lo que pase. Pero es lindo. Aunque nadie me apoye. En fin. Ojalá el otro año sea como este. Me gustó. A pesar de todo. A pesar de que algunas cosas hayan salido mal. A pesar del daño. A pesar del llanto. Porque todo lo bueno que pasó valió la pena, valió el llanto y valió el dolor. Año 2011 te espero con ansias.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Paramore

" Josh Farro y su hermano Zac, dejan Paramore."
Es duro pensar que tu banda favorita se separa. Aunque Paramore seguirá con su carrera, sin Josh ni Zac, no será igual. Es verdad que la ausencia de dos integrantes no matará a la banda por completo, pero cambiará su rumbo por siempre.

Hay que recordar que es una BANDA, son TODOS los integrantes de ella quienes la componen, no solo Hayley Williams. Son las letras de las canciones, son las composiciones, es todo.

Es raro, es algo que no se piensa. Algo que se descarta por inercia. Quién iba a pensarlo. Paramore se veía fragmentado. Ya no eran los mismos niños que formaron una banda de colegio. Eran personas maduras con problemas internos, gustos distintos y caminos diferentes. Si las cosas tomaron ese giro, algo debe haberlo gatillado.

Lo único que sé, es que esto fue demoledor. Provoca una sensación rara. Es extraño, doloroso y ajeno. Como si no pasara de verdad.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

säga att jag älskar dig

Creo que ya es tiempo de cambiarlo. No lo hice, así que ya no importa. Si supiera como se dice, estoy segura de que sonaría lindo. Aunque raro. Nunca sabes lo que pueda pasar el otro año. Sí, es verdad. No lo sé. Pero prefiero no imaginarlo. Keeper. Vicios circle.

martes, 14 de diciembre de 2010

4:13 p.m.

Debo reconocer que hoy tuve miedo. Cada tramo que avancé. Y cada recuerdo que venía con ellos. Era como si esperara aquello. Como si todo hubiera ocurrido para que pasara. Solo me dediqué a pensar en qué se supone que haría de darse el caso. Y no lo descubrí. Llegué a ese lugar. Y estaba lleno de gente. De gente de ahí. Me puse nerviosa imaginando un sin fin de cosas. Subieron. ¡Eran tantos!. Pero no estaba ahí. Esperé a avanzar. Nada. Fue un alivio. Y cuando ya sentía que nada podía ocurrir, recordé una posibilidad más. Pero no. Entonces yo planifiqué pensar en algo durante el viaje. Pero mis pensamientos se revolvieron y terminé pensando en eso. Tan desagradable. Tan doloroso. Y aunque me concentrara en lo otro, era imposible. Ni el hecho de ir escuchando esa o esa otra canción, me ayudaron a olvidarlo. ¿Y cómo va eso?. No lo sé. Olvidé la historia. Creo que tendría que leerlo todo otra vez. Recordar como me sentía. Bueno. Como sea.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Hola, somos Sunset holiday.

Hoy me sentía nerviosa. Desde la mañana que fue así. Me levanté tarde para descansar un poco más. El día pasó rápido. Llegaron las 2 de la tarde. Te veí super ruda. Entonces me quedo así. Pucha no contesta. Pucha, pucha, pucha. Ahí viene. Luego llegan los demás. Entramos. Esperamos. Me tiemblan las manos. Tengo nervios. Calmate. Noto el nerviosismo en tu cara. Listo, suban. Llegó la hora. Hola, somos Sunset holiday, y hacemos tributo a All time low y Blink 182; así que espero que les guste. Disfrutenlo, rockeen, salten y hagan la weá que quieran. Tocamos. Fin. Lo mejor. Todas se movían. Saltaban. Gritaban. Y los carteles. La polera de perry. Mira, ella tiene una polera de perry. Y él una de Green day. Los gritos de las niñas por los niños de mi banda. Cabeceos. Mi pelo. Se veía bacán tu pelo. Gritos. Te salio bacán. Son lo mejor. Por fin. Tocamos. Y fue como todos lo esperamos. Lo mejor. No fue perfecto en sí, pero fue lo máximo para nosotros 5. Mucha gente. Mucho apoyo. Gracias. Vegas. Me olvidé. Debe ser una señal. Pero salió muy bien. Blink 182. Fue lo mejor de todo. ¿Quieren Blink?. No las escucho. ¡Sí!. Tiempo para una canción más. El úlitmo grito: ¡ele ce i!. WHOA!. Gracias. Bajamos. 200 mil revoluciones por minuto. Abrazos. Felicitaciones. Acoso a los niños de la banda. Recordé un congratulations de una amiga. Más bien, hermana. Leía los "te amamos". Y sentía sus miradas de orgullo. Como coreaban cada canción. Como no les importó estar en medio de todo para vernos tocar. Tenía que hacer lo mejor. Cumplir las expectativas. Ser lo que esperabamos ser. Y resultó. Sunset Holiday. Parque bustamante. Frío. Un poco de tranquilidad. Aunque aún no lo asimilo. Fue demasiado perfecto. Ruleaaaaaaamos!. Sí, fue lo mejor. Todos concordamos. Ahora nos aman. Lo máximo. Ahora tengo sueño. Fue un día agotador. Fue lo mejor de la vida. Uno de esos días que no se olvidan. Por eso escribo. Ahora planifico ir a dormir. Seco. Tú más. Ruleamos. Te veías hermosa hoy día. Eres lo mejor. Mi pequeñita ya creció. Te quiero mucho. Les salió bacán. Y al final todo se resume a dos frases. Perfectas. Exactas. Tiernas. "Ve a dormir pequeña cantante, lo hiciste mejor que bien hoy."

martes, 7 de diciembre de 2010

Odio no odio.

Te odio. Odio como eres. Odio como caminas. Odio no poder mantener lo que soy cuando te veo. Odio tus ojos. Odio tu sonrisa y odio tu pelo. Odio tu manera de hablar. Odio tu voz. Odio tu presencia. Odio lo que eres. Odio cuando vienes, y odio cuando no. Odio cuando te miro y sonríes. Odio ese día y odio haber creido en algo. Odio no poder repetirlo. Odio haberlo dejado pasar. Odio no haber intentado nada. Odio cada día que te veo, porque después no logro apartarte de mi mente. Odio que la canción que escucho ahora me recuerde tanto a tí. Odio que no sea como quiero. Odio equivocarme de nuevo. Odio el mantenerme ahí esperando. Odio no saber mucho. Odio saber demasiado. Odio que sea tan imposible. Odio no saber esa parte de tí. Odio que seas tan distinto a como te creo. Odio que ya no seas así. Odio que ya no estemos tan cerca. Odio ver que llegas. Odio mirar cada segundo para ver si aún sigues ahí. Odio cuando te vas, y luego de un rato vuelvas. Odio esa manía infantil e inmadura. La odio porque me encanta. Odio que te guste la misma música. Odio las V. Odio haberte conocido ese día. Odio no recordarlo. Odio la forma en que me miras. Odio la forma en que nada te preocupa. Odio tus manos. Y por sobre todo, odio la forma en que no puedo odiarte por nada de eso.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Libro.

Mentir. Me carga mentir. Pero igual después de esa conversación con alguien que apenas conozco, pero que me dijo lo mejor que podía hacer, me sentí mucho mejor. También contenta por ella. Es lindo. Sería feliz por ambos. Y la internet que no funcionaba. No me dejaba entrar a ninguna página. Y yo con ganas de escribir. Terminaré el libro. Tu estilo es lo que me gusta. No pensaré en nada. Mejor no. Pero salió bien. Me gustó. Tocabamos bien. Me molestó. Y hoy vi a Josh Farro en fotos. Y fue lo mejor. Aunque me parta el corazón. Tengo calor, lata y sueño. Tengo que leer 483 páginas. Crimen y castigo. Recién voy en la 4. No creo que alcance. Bueno, como sea.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Nosotros. Nosotras.




Nosotros las amamos porque siempre huelen bien, aunque solo sea el shampoo. La forma en que su cabeza siempre encuentra lugar en nuestro hombro. Lo lindas que se ven cuando duermen. La facilidad con que se enrronscan en nuestros brazos. Que cuando te besan, todo el mundo parece estar bien. La forma en que demoran horas en aportarse para salir, pero que al final, valen la pena. Porque siempre están tibias, aunque afuera hayan 30 grados bajo cero. Porque siempre se ven bien, sin importar lo que usen. La forma en que siempre buscan cumplidos, aunque ambos saben que tu piensas que ella es la más hermosa en todo el planeta. Lo simpáticas que se ven cuando discuten. La forma en que su mano siempre encuentra la tuya. La forma en que sonríen. Cómo te sientes cuando ves su número en tu identificador de llamadas, después de una pelea. La forma en que te besan cuando haces algo lindo por ellas. La forma en que te besan cuando les dices "te amo". En realidad... la forma en que te besan. La forma en que caen en tus brazos cuando lloran. Luego la forma en que se disculpan por haber llorado por algo estúpido. La forma en que te pegan y esperan a que te duela. La forma en que te dicen "te extraño". La forma en que la extrañas. La forma en que sus lágrimas te hacen querer cambiar el mundo para que deje de llorar, sin importar si en ese momento la amas, la odias, deseas que muera por unos segundos o el saber que te morirías sin ella. Porque una vez en tu vida, sin importar lo que sean para el mundo, se convierte en todo para tí. Cuando la miras a los ojos, ves en el fondo de su alma y dices un millón de cosas sin sentido; es cuando te das cuenta de que tu vida inevitablemente, depende de los latidos de su corazón.




Nosotras los amamos porque siempre huelen bien, y cuando sientes su perfume por ahí, las sonrisas se te escapan. La forma en que posan su cabeza sobre la tuya, cuando te apoyas en su hombro. Lo inofensivos que se ven cuando duermen. La seguridad que te dan sus abrazos. Que cuando te besan, todo tu mundo se detiene y olvidas respirar. La forma en que te miran sin tener razón alguna, y luego sonríen. Porque cuando tomas su mano, está fría y te hace temblar. Porque cada día, aunque usen lo mismo, tienen algo que te encanta. La forma en que te repiten mil veces lo mucho que les importas. Lo infantiles que se ven cuando discuten. La forma en que su mano sujeta la tuya y no la suelta. La forma en que sonríen con la mirada. Como te sientes cuando después de una pelea, te miran a los ojos, y te besan. La forma en que te besan cuando los miras a los ojos. La forma en que te besan cuando les dices "me encantas". En realidad... la forma en que te besan. La forma en que te abrazan fuerte cuando lloras y te acarician el pelo para calmarte. Luego, la forma en que dicen que no importa la razón, siempre estarán ahí para tí. La forma en que fingen que nada les duele. La forma en que no alejan sus ojos de los tuyos, cuando te han extrañado. La forma en que lo extrañas. La forma en que una expresión, una sonrisa o una mirada, te hacen querer ser lo mejor de tí, sin importar si estás enojada, lo detestas, quieres que desaparezca o te das cuenta de que si eso ocurre, no te quedaría nada. Porque un instante en la vida, sin importar lo que sean para el mundo, se convierte en todo. Cuando lo miras a los ojos, ves el fondo de su alma y tartamudeas tratando de encontrar la palabra exacta; es cuando te das cuenta de que tu vida de manera inevitable, depende de cada uno de sus suspiros.

500 días.

"Everyone wants happiness, no one wants pain; but you can't make a rainbow, without a little rain"

Expectativas/ Realidad


Tendencia suicida.


Hoy hizo frío. Fue raro. Tomé la micro temprano. A las 7:15. Y no me importó. Reconozco que no me fue indiferente. Pero ya daba igual. Todavía tenía rabia. Así que solo me paré en la micro y escuché música. Hasta llegar ahí. Hasta que se bajó y lo ví. Hasta que lo miré cuando se fue. Y en lenguaje pasaron el romanticismo. Movimiento cultural, literario y artístico. Literatos que tendían al suicidio. Vida sin razón de ser. Equivalentes a los emo de hoy en día. Y los paisajes. Se ajustaban al sentimiento que se expresaba. Tristes, lúgubres, tenebrosos y oscuros. Acompañaban el sentimiento de vacío e inexistencia. Como los cementerios. A ellos les gustan los cementerios. El sentimiento prima ante la razón. Por eso cada quien siente lo que quiere. Óleo. Un hombre se suicida, doblemente. Se lanza de un precipicio y se entierra una daga en el corazón. De fondo una joven ahorcada. A cuyos pies perece otro sujeto también ahorcado. ¿Fallezcamos juntos?. Bueno, tú primero y luego me bajas y te ahoracas tú. De acuerdo. Y deja atrás la ciencia, el arte y la religión. Buena clase. Romanticismo. Me identifiqué con un período. Un tipo específico de escribir. Perteneciente a un movimiento. Soy emo. Lo sabía. Solo me quedaba confirmarlo. Eso quiere decir que inevitablemente algún día tendré tendencias suicidas. Escribiré historias con paisajes alejados, brutales y negros. Ahorcaré a mis personajes. Le pediré a la vida, muerte o el demonio que me lleven a un lugar lejos de esta tierra injusta. Llévame de esos ojos. De todas esas mañanas sin un fin. Del viento. Yo amo el viento. Y resulta que también es suicida. La lluvia. El cielo nublado. Como hoy. Nublado. Frío y viento. Ahora lo entiendo todo. Se supone que el día me diría el resultado de hoy. Lo recordé todo el día. Me encanta. Más de lo que creía. Y solo por la razón terrenal e inmediata, a la que no pienso arriesgarme. Ya no sé. Mejor vivir con al ilusión y los sueños. Porque siempre encuentro una excusa. Porque siempre juego a las expectativas/realidad. Como en 500 days of summer. Resulta que es algo por el estilo. Él creía demasiado en el amor. Ella no. Ella lo pisoteó en el suelo. Él siguió amandola. Él mandó todo al demonio y dejó de creer en que el amor infinito existía. Ella se casó. Se vieron sentados en esa banca por última vez. Él conoció a Autumn. Y aquí vamos de nuevo. La historia de siempre.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Josh.

Me encuentro de nuevo mirando fotos. Cada detalle. Mueca. Gesto. Sonrisa. Mirada. Sobre todo las miradas. Es como si fuera exactamente lo mismo. Me lo imagino y sonrío. Mucha coincidencia. De lo idealizado, pasó a otra cosa. Totalmente distinta. Totalmente alejada de lo anterior. Compararlo con eso sería un fiasco ahora. Es como el libro. Todos me presionan para que lo termine. Y yo no sé. No sé como hablar sobre alguien que ya no lo vale. Como expresar un sentimiento positivo o inspirador como antes, si ya no tiene sentido. Si ya no me nace de adentro. Cambia el personaje. No. No sería lo mismo. Aunque sería la mejor solución. Pero para otra historia. Diferente. Una que parta desde cero y se haga realidad. Aunque ya no sé. Hoy cambió mi perspectiva de las cosas. Esa expectativa que se tambaleaba, hoy cayó de golpe. Fuerte y sin compasión. Todo quedó de cabeza. Y no sabía que sentir. Ahora ni siquiera estoy segura. Esperaré hasta mañana. Aunque sea lo mismo. Aunque siga sin atreverme. Porque juega. Eso es lo que hace. Y sé que no necesito de eso. Pero es mejor que el vacío. Algo por que luchar. Un sueño que perseguir. Bueno. ¿O no?.

Vegas.

Prueba. Que lata. Ojalá me vaya bien. Me gusta mi pelo hoy. Llevaré la guitarra para tocar. Sin ampli, mucho atado. Hace frío. Camino. Miro hacia atrás. Hoy cambian el paradero. Bueno. Perspectiva. Nada. La micro se fue. Espero. Viento. Gorro. Miro. Ella. La veo siempre. Perspectiva. ¿Es?. Sí, ahí viene. Miro al frente. Subo a la micro. Derecha... será la izquierda. Miro. Nada. Sonríe. Ella. Já, que simpático. Bueno, como sea. Miro. Cambia de dirección. Lo miro. Me mira y paff!... estocada. Me parte el corazón en mil pedacitos. Nada. Deja de latir. Miro al frente. Te detesto. Da la vuelta. Toma su mochila. Deja de latir. Olvido respirar. Avanza hacia la izquierda y... no. Risas, risas, risas. Qué gracioso. Por primera vez, se cayó. En todos los sentidos. Lo miro. Creo que mi expresión era de dolor. No me gusta eso. Una lágrima. Día de la sensibilidad. Se pasa la micro. Se baja y camina. Me bajo y camino hacia el lado contrario. Avanzo. Miro hacia atrás. Solo una vez. Doy la vuelta y camino mirando el suelo. Rabia. Vegas. No sabes cuanto te odié hoy. Las cosas cambiaron. Me siento. Vegas. Lágrimas. Primeras y últimas. No sé cómo pudo afectarme tanto. El polerón ahora es plomo. Común. Su gorro ya no es el del parche de The devil wears prada. Camina con las dos manos en los bolsillos. Cambió. Sus ojos ya no son tan especiales ni de un solo color. Sus manos ya no son tan perfectas. Su boca ya no es tan exacta como antes. Ya no es su presencia. Ya no tiene nada fuera de lo común.
Ojalá pudiera creerme eso.

martes, 30 de noviembre de 2010

Intervalo.

Prueba de matemáticas. Y la gente que anda rara. No sé porqué. Y tampoco quiero averiguarlo y que pase igual que siempre. Mejor me hago la tonta. Aquí no ha pasado nada. 5.7 en física. Me gusta. Me duelen los ojos. Dormir toda la tarde en vez de estudiar. Aunque estudio ahora. Hace un rato. Hoy decidí que no llegaré más tarde. Y que da lo mismo. Si pasa, pasa y si no, será. La gente se impresiona. Dicen que les gusta. A mi también. Es rudo. Hace frío. Pero es bueno. La tocata que se corrió. A no sé que día. Audiciones externas. Ojalá les vaya bien. Rulearían. Ojalá vaya harta gente y resulte. Quiero que sea viernes. Ropa de calle. ¿Cómo se roban los peluches?. No pueden ser así de despreciables. Clases fomes. En la tarde mi mejor amigo. Quizás un parque loco. Pastito y viento. Bacán. Después un ensayo de dos horas para la otra semana. All time low. Vegas. Ojalá fuera más conocida. Ojalá hubiera The devil wears prada. Tendería un motivo. Y sería bueno. Pero la mayoría que mueve las masas comerciales, no los conoce o no les gusta. Que lata. Paramore. Sí. Lo bueno es que vienen en febrero. Y ahora sí que voy. Ojalá haya plata. O si no, muero. Y quedo con el doble de resentimiento. Pero bueno. Habrá buena música. Apoyo a bandas emergentes. Espero que vayan mis compañeras y amigas. Sería lo mejor. Hoy me reí mucho. La pasé bien. Aunque igual tengo como lata por la otra situación. No sé que onda. Quizás que hice ahora. Bueno, como sea. Mi hermano me pidió un audífono. Y escuchamos TDWP y después Blink 182. Y saltaba, sonreía y tocaba la batería con sus deditos. ¡Mark!. ¡Tom!. Era emocionante ver como sus ojitos brillaban tanto. Le gusta esa música. Me gusta que le guste la misma música que a mí. Quizás crezca con ellos al igual que yo. Eso depende de mí. Sería lindo. Se escucha el viento. Aunque es como deja vú. Pero veo mi fondo de pantalla y lo recuerdo. No puedo evitarlo. Es más de lo que puedo evitar. Ha y muchas estrellas. Es como una galaxia. Lindo. Año pasado. Oh. Ya. Mejor no pienso en eso. Mañana. Micro. Ojalá. Si no lo hago me pego un tiro. Mejor dejo el tema de una vez por todas. O sigo mis consejos. L y L. Lindos nombres. Son tan perfectos. Pero mejor no. Muy sospechoso. Sigo estudiando matemáticas. Ojalá me vaya bien. De más. Luego duermo. Sueño. Que sea algo bonito. De esos que se recuerdan todo el día. Y Don Tetto en la mañana.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cosas que me agradan.

Me agrada escribir. Tengo ganas de escribir ahora mismo. Es algo que te baja y tienes que hacerlo. Estaba pensando en la gente. En que me gusta la gente. Pero no cualquier clase de gente. Me gusta la gente original. Los prototipos me cansan. Incluso aveces me canso de mi misma. Los pelos rojos en las niñas y la cabeza rapada de los varones. La misma ropa y las mismas bandas. Bueno eso es aparte. Porque te puede gustar algo que le guste al mundo. Pero te gusta a tu manera. Nadie lo verá igual. Así debería ser todo. A mi personalmente me gusta lo único. Lo diferente. Incluso lo que viene del pasado. Como esa gente vintage que se viste con ropa de los 60. Esas adolescentes que en vez de las fiestas de moda, prefieren usar pañuelos de colores pasteles en el cuello, andar en bicicletas antigüas y ver cine de hace décadas. Aquellas que usan ropa de antes, piensan como antes y se interesan por el pasado. Esas personas únicas, que gustan de coser, de los botones y las cosas hechas a mano por ellas mismas. Pisar el pasto a pies pelados y caminar bajo la lluvia sin importar si se te ensucia la ropa. Esas que se visten con lo que encuentren cómodo, y que por alguna razón combina con su estilo único. Aquellas a las que muchas quieren imitar, pero no pueden. Para mí es algo con lo que se nace. Algo que sale dentro de tí. No algo que puedas encontrar en las tiendas y comprar con tarjetas de crédito. Esas personas que intercambian esquelas, escriben cartas en hojas de cuaderno y les gusta el francés. Aquellas amantes del circo y teatro, que tienen cajitas metálicas de galletas, que les gusta el género y la libertad. Que coleccionan vinilos y se pintan las uñas de colores, los labios de colores fuertes y usan bolsos en los que caiga de todo. Esas que andarían con calcetines por ahí, comiendo algodón de azúcar. Esas personas que hacen malabarismo porque les encanta y no porque lo vieron en alguien más. Los lazos, las clavas. Caras pintadas de blanco con un toque de color que contraste. Negro. Rojo. Las personas que hacen murales, las que se dan la vuelta hacia atrás. Las que toman té con limón en tazas de loza de la abuelita. Las que deshecen terrones de azúcar en la lengua. Las que hacen galletas. Las que tejen macramé. Las que usan los cordones de los zapatos cambiados o las calcetas al revés. Las que pegan recortes en las murallas. Las que se tienden en el pasto a ver las nubes. Las que comen nueces y pasas. Las personas que usan plasticina. Las que intentan hacer universos de estrellas en sus habitaciones o cuelgan luces. Me gusta la gente que ama la navidad y armar el árbol de pascua. Me gusta la gente que ama a Diós. Y me gusta la gente que cree a su manera.
También me gustan los varones. Aquellos que en vez de ver fútbol, prefieren tocar guitarra. Los que tocan bajo y hacen slide. Los que sin preocuparse mucho se ven bien. Los que siguen algo hasta el final. Los que no se cansan. Los que luchan, los que lo intentan y los que se atreven. Los que dan besos porque sí. Los que caminan contigo de la mano. Los que tiran agua. Los que escriben bonito. Los que te dejan notas en la mochila. Los que te regalan hojas de árboles y flores. Los que persiguen mariposas. Los que miran las estrellas contigo. Los que abrazan fuerte. Los que ríen todo el día. Los tiernos que se hacen los fríos, y que cuando los decubres, son lo mejor de la vida. Los complicados que hay que descifrar. Los que dibujan. Los que escuchan música. Los que se ven de una manera pero son de otra. Los misterios. Me gusta la gente que usa pulseras. Me gustan los anillos en el dedo pulgar. Me gustan muchos aros en la oreja. Me agradan los aros en el labio y las expansiones pequeñitas. Me gustan los mohicanos. Me gustan las cabezas rapadas en las niñas y las chasquillas largas en los niños. Me gustan las faldas escocesas. Me gusta el pelo de colores. Me gustan los ojos de un solo color, grandes o brillantes. Me gustan las zapatillas converse, esas que te acompañan en todo y no se quejan. Me gustan las mariposas. Me gusta el pasto verde y largo. Me gusta cuando las hojas de los árboles se mueven con el viento, hacen bulla y luego caen. Me gustan las pelusas del plátano oriental que la mayoría detesta. Me gusta el calor de la manito con el viento frío. Me gusta la lluvia de video clip. Me gusta pisar las posas de agua. Me gustaría ser un poco más libre de mí misma, para hacer cosas que ya no. Me gustaría ser como las niñas que dije antes. Pero sería una burda copia. Yo no soy para eso. Y está bien, me alegra que exista gente así para contemplar.
Me gustan las nubes esponjosas y blancas, y también las nubes negras cargadas de lluvia. Me gusta la nieve de la cordillera. Me gustan los puntos y las comas. Me gusta expresar los sentimientos en palabras y canciones, en versos y poesía. Me gusta Shakespeare. Me gusta tocar guitarra. Me gusta leer en voz alta. Me gusta reír y hacer formas de animlaes con globos. Me gusta ser como soy y que la mayoría no me entienda. Reconozco que me dan miedo los fantasmas y que creo en ovnis y virus que nos conviertan en muertos vivientes.
Me gustan muchas cosas. Y creo que me quedan muchas más.

Indirecto

Otra vez. Lunes. Me gusta este día. 7:18. Ya voy tarde de nuevo. Me van a anotar. ¿Haz llegado atrasada, ahora que te vas sola?. No. O sea, como dos veces. Pucha. Me va a retar cuando haya reunión. Va a tener que firmar el libro. Pero mientras más me demore, más me atraso. Sin referirse a lo cronológico específico. Es la demora, que me hace llegar tarde. Chao micro. Hoy fueron cuatro. Pero eran cortas. No me gustan. Solo las aguanto aveces. Sí, esas veces. No se ve. Y mi pelo. Me da frío al lado derecho. Ojalá que no pase una micro muy cerca. O lo vuela. Y tengo que arreglarlo. Miro. Nada. Hoy hay poca gente. Raro. Lunes. Casi fin de mes. Más raro aún. Y no viene. Ya, me voy en la otra. ¡Por qué se demora tanto en pasar!. Igual voy a llegar tarde. Pucha. No se ve. Repito. Polerón plomo... gorro, zapatillas. Sí, ahí viene. Pero pucha. Siempre me pasa. Miro al frente. A mi lado. Espero. La micro que no pasa. Ojalá sea oruga. Tengo que aprovecharlas ahora. Antes de que las saquen. Pecado. Maleficio. Son lo mejor. Tantos recuerdos. Bueno. Se sube. Que ternura. Me subo. Avanzo. Oruga. Mejor a la derecha. Atrás. Pucha. No podía ser peor. Por lo menos se acercó. Y no puedo mirarlo. Sus ojos. Me encantan. Se me cae la capucha del polerón. Paradero. Me inclino. Miro. Se subió. Me hago hacia atrás. Llega. Me mira. Lo saluda. Se para al frente. No conversan. Antisociales. Bueno, yo igual lo hago. Me mira. Lo haría. No puedo. Hoy no. Me mira. Lo miro. Se da vuelta. Mejor me saco la capucha. Me arreglo el pelo. La ventanilla. Abierta. Velocidad igual a viento. Mi pelo. Ayer me lo corté. Tengo que arreglarlo con las manos. Sin saber cómo, escucho Vegas. Buen tema. Avanza. Le entrega la mochila. Chao. Chao, que le vaya bien. Te quiero. Yo igual. Se para del asiento. Él baja. Miro. ¿Me daría la mano de su hijo?. Se cierran las puertas. 7:53. Linda historia. Como de película. No. Me odiaría. Su tesoro. Lo que más ama. Debe ser como me lo imagino. Y es lindo. Enternecedor. Avanza la micro. La misma mirada. Lo miro. Ríe. Camina. Avanza la micro. Ríe. Mueca. Me encanta. Mariposas. Me bajo. Atrasada. Subo. Clases. Te escribió en el muro. Debe ser para eso. Ah, da igual. No me importa. Ah, que eri tonta. ¿Qué weá tú, ya no te gusta nada?. No. No lo sé. Es extraño. Y complicado. No estoy ni ahí con gente así. No sabe lo que quiere. Y es muy difícil. Me lo habían dicho. No sé. No puedo decirte que nada. Igual algo. Pero menos. Mucho menos que antes. Y ahora, de nuevo me encuentro pensando en lo mismo. Imaginando la misma situación. En el mismo lugar. Sol. Cielo con nubes. Calor. Viento frío. Pelusas de primavera. Plátano oriental. Todos te odian. Detestan tus pelusas. A mi me gustan. Son como nieve. Aunque se pegan a la ropa. Un detalle. Gente. Perros. Pasto. Árboles. Flores blancas. Chiquititas. Me quiere, no me quiere. Me quiere, no me quiere. Aún lo recuerdo. Saqué una y la guardé en un cuaderno. En la noche, cuando estaba en mi casa, corté un pedazo de hoja. Y escribí. Puse la flor, la fecha, y que sentí. Está guardada. Si la leo me voy a reír de mí. Pero fue lindo. Los reflejos. Y a mi lado. Recuerdo que dibujé. Ya, ya. Mira ahí está blanquito. Haz lo que querai. Sunset Holiday. Al final dibujé otra cosa. Nos reimos. Era raro. Pero tierno. La primera vez que dibujaba en algo así. Muy indirecto. Lo sé. No hay nombres. Mejor. Mantengo el misterio. Y después caminamos. Mucho rato. Tu clon. Ahora me da risa. Es tierno. Y tengo los nombres perfectos. Fue lo mejor. Ya hace mucho. Y la vez anterior fue mejor. Aún lo recuerdo. Lindo. Paro cardiaco. De nuevo. Ya no sé. ¿Te gustan?. Sí, no los cacho bien, pero escuché unos temas y son buenos. De hecho la otra vez, bajé algunos pero aún no los escucho. Te van a gustar. Patinetas. Muchas. Me sacó del enojo. También sus ojos. Y su sonrisa. Su pelo. Definitivamente. No me importa. Si sé. pero no me importa. Vicious circle.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El sueño del caracol

La calle está poco alumbrada. El coche transita a toda velocidad. El conductor aprieta el freno... demasiado tarde. Página en blanco.

Globoflexia

Me está doliendo la cabeza. Lo bueno es que ya no hace calor. Hay viento. De nuevo lo mismo. Y no lo hago. ¿Porqué?. No lo sé. Las palabras no salen. O espero un milagro. O... no lo sé. Mañana es sábado. No lo veo. Y tengo que esperar hasta el lunes. 7:10 de la mañana. Y ahora no sé que pasa. Escucho música y todo me aburre. Y canciones que amaba, ahora las odio. No sé. Me cansan. Y me recuerdan lo que sentía, y eso es lo que me causa más repulsión de todo. Es raro. No me gusta. Ahora escucho algo nuevo. Que me gusta. Me recuerda momentos. Esas fracciones de vida que son como... todo. Siento, pienso, imagino, sonrío, canto. Todo llega a la parte de mí que siente. No sé si será el corazón. La gente lo dice, pero no hay como probarlo. Puede ser un impulso nervioso. Aunque de todas formas prefiero creer que es verdad. Porque ahí siento los nervios. Es lo que primero se acelera. El que recibe las descargas nerviosas. Y el que deriva todo a las demás partes del cuerpo. Las piernas que tiemblan. El estómago que se siente... raro. En este caso me enferma. Me siento mal. Mareos. Pero no es algo que me complique. Aunque me preocupa. No es amor, pero sí fue a primera vista. Hay algo. Sus ojos. Siempre sus ojos. Me intimidan. Me llenan. Se fijan en los míos y no puedo evitar ir en retirada. No puedo sostener la mirada. No puedo jugar a nada. Es superior a mi. O quizás sus labios. Tiene algo. Una facción que siempre me llamó la atención. Tengo esa manía de recordar detalles. De alguna manera creo que es una imagen inventada. Debe ser alguien normal. Idealizado. Así lo llaman en la literatura. Sí, definitivamente. No puedo evitarlo. Siempre me pasa. Y si no lo hago de una vez por todas. No lo haré nunca. Podría intentarlo después. Caminar hasta que se acabe la calle. Tocar todas las puertas. Pero no tendría sentido. No es algo que haría. Y en verdad me importa. Por lo menos cuando lo veo. Luego se me olvida su cara y pasa. Entonces vuelve. Hace tiempo que no desaparece. Un mes y algo fue la última vez. Sin contar los cuatro días de esta semana. Y hoy viernes. Ahí. Dos pasos a la derecha. Esperando algo. Mirando hacia el frente. Manos en los bolsillos. Cantando en silencio. Y el viento. Mi bolso. Maldito bolso. No me gustan. Prefiero las mochilas. Son más cómodas. Me hacen sentir menos vacía. Témpera. La causa de que no la usara hoy. Y yo solo miraba. Trataba de parecer despreocupada. Aunque de nada me sirve a estas alturas. Sería tonto aparentar que no me importa. Sobre todo cuando los dos sabemos de que se trata. Hola. No. ¿Como te llamai?. No. Hola, ¿Como te llamai?. No. Mi voz, ¿Sonrío?. No puedo. No soy muy natural con eso. Si no me río de frentón, estoy seria. O con esa mueca de media sonrisa. Irónica. No me sirve. ¡Cómo me va a costar tanto!. Está ahí. A dos pasos. Avanza y di hola... No pude. Y llega la micro. Y vamos uno al lado del otro, separados por una pared. Bueno, una pared de micro. Fierros, algo como madera y plástico. Cuando se baje. La típica excusa. Javiera. Justo hoy aparece. Y me ve. La saludo y se acerca. Me habla todo el camino. Olvídate de mirarlo. The devil wears prada. Buen tema. ¿Aló?. Esa voz. Me volteo. Nos miramos. Debo tomar clases de como disimular. No pasó nada. Trato de escucahr su voz. Cambió de posición. Si fuera sola te estaría mirando. No puedo. Tengo que darte la espalda. Y la micro va llena. Y Javiera sigue hablando. Ya no la escucho. Se abren las puertas y él baja. Yo le digo a Javiera que tengo que bajarme y lo hago. Camino rápido y toco su hombro. Él se voltea. Le digo hola y después de un rato sé su nombre y tengo como hablarle. Joaquín. Camino hasta la esquina. Le digo chao, sonrío y camino al colegio. Expectativas. Realidad: lo miro bajarse, no escucho a Javiera. Se cierran las puertas y me bajo justo en el liceo. No hice nada. Como siempre. Deben ser las excusas. El super yo. Crea instancias inconscientes. ¿Coincidencias?. No puedo controlar el exterior. Pero siempre aparece alguien. Obvio. Tiene que ser en el paradero. El sueño del caracol. Algo extremista, pero debo recordarlo. Puede pasar, en el caso de que salga del colegio. Se acaban los días. Quedan pocos viajes en micro en la mañana. Tengo que hacerlo. O luego leeré esto y me arrepentiré. Globoflexia. Me hizo olvidarlo un tanto por un rato. Después vuelve. Vegas. Esa canción. Recordatorio obligado. Por eso me debe gustar tanto. Se oscureció rápido. Todavía se mueven las hojas de los árboles. Y queda poco tiempo. Y una luz de la calle, trata de atravesar las ramas de los árboles. Lo hace de vez en cuando y se ve naranja. Pronto aparecerá esa estrella. La que cambia de color. La que hace un año dedicaba a otra persona. Pero ya no importa. Sigue siendo mía. Por lo menos de este lado del mundo. Me vió llorar. Y seguía parpadeando. No puedo evitar ser tan emo. Lo odio. Mucho sentimentalismo me cansa. Pero soy feliz. Tiempo. Lo que menos me queda. Lunes. Te espero con ansias.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Punto.

Mañana otro día. Suena la alarma. Busco el celular. Lo miro. 5:40. 20 minutos más. Don Tetto, otra vez. Las 6. Apago la alarma. Despierto. Me doy vueltas. Abro los ojos. Maldigo la hora. Sonrío. Bostezo. Me estiro. Me pongo en pié. Prendo la luz. Vuelvo a estirarme. Prendo la tele. Bulla. MTV. Cada día peor. Bajo al baño. Subo. Me visto. Miro por la ventana. La abro. Hace frío. Bajo. Me miro en el espejo. Batallo. Termino por fin. Vaso de leche. Luz del centro. Miro por el vidrio de la puerta. Está claro. Ya no hace frío. ¿O sí?. Es tarde. 7:10. Toda la mañana para eso. Mochila. ¿Llevas llaves?. Sí. si llevo. ¿Porqué será que pregunta eso todos los días?. Camino. Abro la puerta. Adiós. Camino. Camino. Doblo la esquina. Bolsillo. Audífonos. Pienso. Palpita fuerte. Mariposas. Camino. Volúmen. Música. Esto yo lo conozco. Buen tema. Mente que canta. Camino. Viento. Sol que sale. Gente. Calle. Polvo. Perros. Autos. Árboles. Juegos. Vereda. Cruzo. Miro a ver si está. No. No ha llegado. ¿O quizás ya se fue?. No. Es muy temprano. Cruzo de nuevo. Vereda. Camino. Mano en el pelo. Micro que vuela todo. Frío. Tirito. Palpita rápido de nuevo. Miro bien. No. Sigue sin estar. Llego. Me paro atrás. Miro la calle. Perspectiva. Veo si viene la micro. Ahí viene una. Chao micro. Miro la calle. Ahí viene otra. Ah, esta no me sirve. Mejor. Pasa la micro. Chao micro. Miro la calle. Ahí viene. No. No es. Es uno parecido. No. Él no camina así. Él anda con una mano en el bolsillo. Con la otra afirma la mochila. No. Él usa un gorro negro. Sus zapatillas de suela blanquita. Miro al frente. Ahí viene otra micro. Chao micro. 7:16. Miro la calle. No. Ese tampoco es él. No, No. Ella es mujer, No, No. Ahí viene. ¿O no?. Sí. Es él. Palpita más fuerte aún. Ahí viene. Con sus ojos de un solo color. Son como los de Josh Farro. Yo creo que por eso volvió a interesarme. Con su gorro con un parche de The Devil Wears Prada. Con su polerón. Con su mano en el bolsillo. Escuchando música. Sin lentes. Una sola vez lo vi con lentes. Miro al frente. Respiro de nuevo. 7:18. Ahí viene una micro. Ojalá que no llena. Llega atrás de mi. Ya. Ahora. Como lo prometiste. Tu puedes. No lo hago porque no quiero. No me importa. No estoy ni ahí. Pucha. En verdad si me importa. Pero no puedo. Soy cobarde. Pucha. Lo prometí. Es por mi bien. Pucha. Llegó la micro. Antes de que se baje. 7:18 y 56 segundos. Para la micro. Subo. No paga pasaje. Y yo no tengo plata. Avanzo. Llego a la oruga. Me paro a la izquiera al frente. Al lado de la puerta. De pié. Siempre de pié. Pucha. Cuando doble me voy a caer. Ah, filo. Me afirmo de algo. Me apoyo. Mochila en una mano. Miro afuera. Él al frente. ¿Se dará cuenta?. Me mira. Lo miro. Miro a otro lado con cara de desprecio. De nada. Nervios. Sus ojos. De un solo color. Y yo al medio de todo. Bajo la cabeza. Escucho música. Vegas. Vegas. Vegas. Poppin. Poppin. Poppin. Ya pero esta canción tiene más significados. Mejor la cambio. Vegas de nuevo. Vegas. Vegas. Y vegas el resto del viaje. Lo miro de nuevo. Se repite miles de veces. No puedo evitarlo. Es lo único que hago. Sus ojos. Sus manos. Su pelo. Como canta sin que se escuche. El otro día se rió con un amigo. Y su sonrisa. Sus ojos. Sus pestañas. Su cara de nada. De nada rudo. Intimida. Me cohibo. Me duele la güata. Una vez iba durmiendo. Al final de la micro. Sus ojos cerrados. Iba con los brazos cruzados. No. Miento. Un brazo cruzado. El otro estirado. Su gorro con el parche de The Devil Wears Prada. Y dormía. O solo estaba con los ojos cerrados. Soñaba. Sí. Soñaba. Su boca. Sus labios. Esa facción que me encanta. No sé cual de todas. Ese detalle exacto. Tiene los ojos de su mamá. No se cae. Nunca se cae en la micro. Ni siquiera cuando nadie puede evitarlo. Me mira. Lo miro. Ya no. Alguien va enfrente. Ya no lo veo. Y es lo único que quiero hacer. La persona se mueve algunos grados hacia la derecha. Sus ojos. En los míos. Miro el suelo. Palpita fuerte de nuevo. Y pienso en escribirlo. Mira hacia a fuera de nuevo. Lo miro a él otra vez. La gente da lo mismo. Ya no va tan llena la micro. Me afirmo. Da la vuelta. Tengo que hacerlo. No. No puedo. Ya no alcanzo. En llegar ahí pierdo tiempo. ¿Y si me dice que no?. No. No creo. Nunca tan mala suerte. Pero es que es tan lindo. No puedo. Ya vamos a llegar. Ya no alcancé. Mejor no lo hubiera pensado antes. Pucha. Pucha. Puta la weá. De nuevo no cumplí. Me van a retar. Soy super tonta. Ya, ahora se baja. Y de nuevo estoy así. Se van a abrir las puertas. Avanza. Más cerca durante 15 segundos. Lo miro. Se abren las puertas. Camina. Se baja. Miro la puerta. Debería bajarme. No. Muy desesperado. Aunque igual da lo mismo. Hola, ¿Cómo te llamai?. Joaquín, ¿y tú?. Joaquín. Tiene cara de Joaquín, o de Felipe. Deja vú. Después me dice que toca bajo. Me reiría. Tendría que explicar el porqué de la risa. Fernanda. Oye, ¿Me dai tu msn?. Dale. Sería lindo. Después llego a mi casa. No se que mierda decirle. Ya pero pucha. Se bajó. Todavía no se cierra la puerta. ¿Me bajo?. No. Ya voy tarde. Mentira. Bueno da igual. No, cobarde. No soy cobarde. Es solo que no puedo. Sí, si puedes. De hecho lo prometiste. ¿Ataque de valentía?. No. ¿Entonces?. No lo sé. Me dió la weá. Bueno. No es mi culpa. Conste que yo quería hacerlo. Bueno pero yo mando. Bueno, bueno. Pucha. Se bajó. Y aquí siempre hay taco. Nunca puedo ver como se va. Ya, ojalá verlo mañana. Maldita sea. Fuck!. Ya, avanza la micro. Ahora. Miralo. Ahí va. Ya, justo ahora avanza rápido esta micro. Maldición. Pucha. Pucha. Pucha. Me puedo devolver caminando. No mejor me hubiera bajado antes. No. Definitivamente no. Ya, da igual. Mañana. ¿Y si sale de cuarto?. Filo. Tú haz perdido el tiempo. Ya da igual. Pucha. Ya. Me tengo que bajar. Quiero que pase luego el día. Quiero que suene la alarma. Despertar. Quiero que sea mañana en la mañana.

martes, 23 de noviembre de 2010

HTML

Hace tiempo que no escribía y me doy cuenta de que todo lo que escirbí antes, estaba relacionado con algo malo. O doloroso. O insistente, recurrente e inevitable. Es mejor ahora. Ya pasó todo y estoy a puertas de algo. Pero creo que esta vez será mi decisión. Yo puedo elegir el camino. Esta vez no será como el destino lo quiera. Esta vez será como yo quiera. Y esta vez, quiero que sea algo nuevo. Distinto. Bonito. Que no tenga implicaciones de llorar o deprimirse por canciones. Eso ya está superado, muerto y enterrado. Ya no importa. Y aprendí. Ahora está todo bien. Aún va como lo quiero yo. Creo que algo no quiere que resulte. Hay algunos pedacitos de momentos que me perturban. Pero los olvido rápido. Y todo vuelve a ser lindo. Es como una situación nueva. Nunca había durado tanto así, sin convertirse en un martirio. Es bueno. Me gusta. Y ahora creo que también es un cambio. Y que debería agradecérselo. Porque gracias a esa persona fue más fácil. Fue mi punto de partida. Fue lo último que necesitaba para pasar de ello. Y creo también que ahora es distinto. Y que incluso este blog es algo pasado. Hoy lo abrí para escribir y ya no era yo. Es muy oscuro. Así que creo que lo cambiaré... Ya, hecho. Ahora es distinto. Ahora está más vivo. Y ahora miro por la ventana. El calor bajó un poco. Viento. El cielo es celeste. Las nubes son grandes. Hace tiempo que no estaban así. Todo mejora. Debe ser eso. Quiero que sea mañana. En la mañana. Tomar esa micro. Ocupar ese espacio en medio de todo. El reflejo del sol. La gente. El colegio. Mi gente. Mis personitas amadas. El resto del día. Abrazos. Besos. Risas. Risas. Sueño. Duermo. Despierto. Risas. Conversaciones. Mi mejor amigo. Abrazos. De vuelta a la casa. La misma micro. Distinta gente. De pié. Siempre de pié. Música. Música. Música. Ventana. Pasto. Y todo se resume a eso. Un vivir. Existir. Solo dejarlo ser. Lo que viene de vida.

martes, 19 de octubre de 2010

Fin

Que bueno es sentir que las cosas se superan, que pasaste la etapa y lograste mostrarte firme ante lo que el destino se encargó de depararte.
El cielo es más azul y las estrellas son más grandes. Las nubes se mueven más rápido y las luces alumbran más que todo el universo. El viento ahora parece más frío en días de calor y la sensación de caminar sin nada que te preocupe, es mejor que todo lo demás; sentirte dueño de lo que quieres y de lo que sientes, elegir que sentir y que no, que hacer y que decir sin remordimientos ni excesiva preocupación. Buscar nuevos caminos y encontrar destellos en medio de todo.
La presión del cardio ya no se siente, el aire que ingresas es menos sofocante y el agujero que no lograba cerrarse, junta sus compuertas sin previo aviso.

martes, 24 de agosto de 2010

Recuerdo




¿Recuerdas la pasada primavera?
¿No, no la recuerdas?
Pues yo recuerdo que tus ojos brillaban
Y que el sol nos iluminaba como nunca.

¿Recuerdas cuando prometiste no irte nunca?
¿No, no lo recuerdas?
Oh, perdón, solo lo imaginé.

Y aunque sea una gran mentira
que ambos inventamos por consenso,
se ve más real que nada;
nunca antes había ocurrido
talvés por eso estoy tan segura.

¿Recuerdas aquellas tardes?
¿Las estrellas que brillaban sobre nosotros?
¿Te acuerdas del cielo y el viento?
Pues para mi es como si fuera ayer.

¿Recuerdas lo que decías con tus ojos?
¿Sabes realmente donde estás?
¿O si entiendes lo que sientes?
Porque yo sí estoy segura
y nada de esto me hace dudar,
ni el hecho de que ya no sea como antes
que la primavera se haya ido
junto al sol y las estrellas,
porque aún lo recuerdo,
sé que ambos lo recordaremos.

El tiempo ya pasó
vivió y llegó a su fin,
pero nosotros aún estamos vivos,
tenemos oportunidad de volver a empezar;
podemos intentarlo de nuevo.

¿Recuerdas aquella primavera?
¿No, no la recuerdas?
Porque creo que se acerca una nueva
y quizás podamos regresar atrás,
recordar lo que éramos y sentirlo,
vivir esos momentos otra vez.

¿Recuerdas lo que nació?
¿Aquello que ninguno de nosotros pidió?
¿Todos esos instantes?
Porque yo si los recuerdo
y no pienso dejarlos ir.

¿Haz escuchado esa canción?
Porque desde ti yo no la olvido;
me recuerda ese instante
en que tus ojos brillaban sobre mi,
asi como al mirar las estrellas desvanecerse.

¿Recuerdas el sonido del viento?
¿El frío de la noche a través de los árboles, entrando en tu ventana?
¿No, no lo recuerdas?
Porque para mi son uno solo,
con la luna sobre ellos
iluminando todo lo que fue.

¿Recuerdas a ellos dos?
¿Los que solíamos ser antes?
¿Los recuerdas caminando por ahí?
Porque yo los veo viviendo un presente
mientras todo se mantenía en calma,
cuando todo era como debía ser.

¿Recuerdas las nubes en el cielo?
¿Y luego el sol pintando de naranjo?
¿Recuerdas la tibieza de la noche?
¿Las personas que nos rodeaban?
¿No, no lo recuerdas?
Creo que ellos tampoco,
pero tu y yo eramos aparte
nada parecido a lo demás.
Y entonces nada importaba,
solo caminar a través del césped,
aquel que nos recibió de verde en la tarde.

¿Recuerdas cuando lloraste?
¿Recuerdas que yo estuve ahí?
¿No, no lo recuerdas?
Porque yo aún no olvido lo que sentí,
y que corri a abrazarte y decirte que nada pasaba...
No, eso jamás sucedió,
porque solo me quedé de pié mirándote.

¿Recuerdas tus suspiros en la noche?
¿Tu respirar acompasado?
Porque yo si los recuerdo
Y todavía siento tu corazón latir,
aún siento la tibieza de tus sueños.
Recuerdo que me mantuve despierta
que el sol salió y tu seguías ahí.
Que sonreí al verte dormido.

¿Recuerdas esas noches?
¿Cuando el frío lo inundaba todo?
¿No, no las recuerdas?
Porque yo puedo sentir el hielo
y puedo recordar que estabas junto a mi,
y que nada era demasiado,
que nada bastaba lo suficiente,
que todo era más simple,
y no había nada que esconder.

Ahora el sol aparece
pero abraza un poco menos que ayer,
Oh, lo siento, no es el sol
era solo tu presencia.

¿Recuerdas la lluvia en tu cabello?
¿El agua correr por tu rostro?
¿No, no lo recuerdas?
Porque yo lo veo claro
pero quizás nunca ocurrió,
aunque aún hay tiempo
de permitir que la lluvia caiga.

¿Recuerdas la sombra bajo los árboles?
¿El sol escondiendose ante nosotros?
¿Recuerdas las risas y abrazos?
Es que para mi es todo muy nítido,
puedo sentirlo ahora mismo
y no, no soy masoquista
es solo que extraño mis recuerdos.

¿Recuerdas aquel día?
¿Te acuerdas del lugar?
Porque yo recuerdo el escenario,
la multitud a nuestro alrededor,
te recuerdo a ti,
y que pasó por mi mente abrazarte.

¿Te sientes bien ahora?
¿Crees que es lo mejor?
Puede que sí, no nos queda otra salida.

Perdón por lo que dije,
o por lo que dejé de hacer.
Gracias por todo,
juro que nunca lo voy a olvidar.
Te recordaré cada día
hasta volver a encontrar el sentido,
hasta olvidar lo que fuiste;
cuando pueda dar la vuelta y caminar
avanzar por un nuevo camino.