¿y la torta...?

Soy mala escribiendo. No tengo mundo. No tengo tema. "Negro, estoy cansado, no tengo plata, no tengo sueldo...". Tienen tanta imaginación. No hay cuentos malos. Ni poemas vacíos. Escribe de los defectos del mundo. Si yo lo hiciera, no terminaría nunca. ¿Por qué?. Porque sé que al final terminaría escribiendo sobre mis propios defectos, que son los peores. Esta cosa terminó por convertirse en un diario de vida digital. Digital bath. Y varios lo leen. No deberían, leer los diarios de las personas es un delito. "Jejejé". Pero yo los dejé. Yo sentí la confianza (más que confianza, en verdad, que teníamos en común los blog), de dejarlos leer. Y al final, ahora todos son como las respuestas a las preguntas que no entiendo. A las cosas que escribo y que no sé por qué pasan. Me apoyan. Me comprenden. Me hacen entrar en razón. Son como voces en mi cabeza. Me siento esquizofrénica. ¿Así será en verdad?. Quiero dejar de ser tan vacía. Hace rato dejé de pensar con la mente. Soy un ser humano despreciable. Esa es la verdad. Aunque me digan que no, se los advierto, porque me conozco. Porque por dentro soy lo que todos odian. Y lo que ustedes ven, es lo bueno que va quedando de mi. Porque cuando estoy sola, soy distinta. Me intimido a mi misma. Pienso en todo lo que no me gusta. Y odio, sí, odio mucho. Rencor. Orgullo. Deseos de matar personas. Sí, eso siento.