martes, 31 de mayo de 2011
That's lovers paradox.
Vicious circle. Millencolin. Hoy fue el día de recordarte. De recordar esas tardes. Cómo aprendí a ubicarme en el espacio y tiempo por los rayos del sol. El pasto. Las pelusas. Los lápices, las rayas y dibujos. El cemento. El sonido de las ruedas y los trucos. Los árboles y lo incómodo de sus raíces. La flor que guardé en el cuaderno de química. El sentimiento de esa canción. Fue como una fotografía. Esas suavizadas, como los recuerdos de las series de la tele. Los pasos de ida y vuelta. Las risas. Cuando todo me impresionaba y eras perfecto. No estás muy lejos de serlo. Cuando recobré los puntos y las comas. La mañana en la micro y las tarde en metro. Caminar hasta el mismo lugar. Y todo el concepto de "Tú". Y que todo haya cambiado de la nada. Que ya no sienta nada de eso. Que haya logrado conocerte. Que eres normal. Especial, diferente y único, pero normal. Que sea como sea, para mí, siempre te ves bien. Que marcaras una época. Que llegaras en el momento preciso. "Es como un somnífero". No sé que tiene que ver. Pero se me vino a la mente. Un somnífero de "eso". Y justo ahí. Creo ya haberlo nombrado. Quizás lo escribí a mano. O aquí. O ambas. Te reitero y no importa. Siempre es lindo recordarte. Säga att jag älskar dig.
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