jueves, 15 de septiembre de 2011

Este mismo día en 2010.

Recordé el año pasado, cuando no eras mi principal preocupación. O tal vez sí, pero en menor medida. Estaba él. "Joaquín". Y yo era feliz viéndolo cada mañana. Porque era como Josh Farro, James Franco y el mino perfecto, todo en uno. Entonces yo me sentía completa con eso. Hasta que desapareció. No lo vi más. Pero viví con su recuerdo y la esperanza de verlo todo el verano. Recuerdo aquel cuaderno con una hoja para él y la otra... tú, obvio k9. Luego vino "Romeo". Jajaja. También lo amé, harto. Pero un día se acabó. Me da lata, porque ahora lo único que me queda, siempre ahí, presente en todas partes, eres tú. Y es irritante. Ojalá que apareciera otro, como ellos dos. Platónico de verdad. Especial. Ojalá volviera Joaquín. Él era el amor de mi vida. Ojalá volviera él para no tener que ir contigo a mi graduación de cuarto y terminar de morir por ti. Ojalá no te tuviera tan idealizado. Porque eres como cualquier otro. Parte del resto. De hecho, no eres nada especial. Eres todo lo contrario. No eres alguien digno de admiración. Pero creo que en eso se basa el amor, en idealizar, en amar aunque no sea perfecto, para nada. En creer que cualquier cosa que hagas, tiene algo de místico e interesante, siendo que no, que es normal, como todos los demás. Que te hagas el interesante, siendo que por dentro eres otro más, normal, igual a todos, e incluso peor. No tengo previsto el día en que esto se acabe, ni sé cómo será. Ojalá sea tan mágico como los otros dos, y pueda olvidarme de ti por completo en ese sentido. Que deje de buscarte y de necesitarte. Ojalá vuelva a ser la niñita que se enamoraba de todos los minos que veía constantemente en la micro, y no la que está pegada con el mismo tipo hace ya un año. Quizás me pase como a ella. Pero no, no sería la idea. Sería perfecto si fuese como en mi historia. En que pasó, no resultó y seguimos como amigos. Crecimos y te diste cuenta de que no habías amado a nadie como a mi. Que fui diferente porque no tuvo etiquetas. Porque no fue formal. Porque solo lo vivimos. Porque no era un compromiso. Porque yo era la que conocía a tu familia y les caía bien. Porque era profe, como ellos. Porque se notaba que yo te quería de verdad. Porque así debían ser las cosas. Porque después de mucho andar, buscando por todos lados, yo siempre estuve ahí, parada en tu puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

hueás que piensa la gente