Día en blanco

Hoy mientras pensaba en escribir algo, vi un noticiario y me enteré de la muerte del actor Gonzalo Olave, en un accidente automovilístico. Esto me impactó porque precisamente hace unos días, leí una entrevista en la que hablaba de sus proyectos futuros y sueños por cumplir, y ahora pienso... ¿Qué será de todo eso ahora? ¿Cómo sucede algo así?, si tan solo hubiera ocurrido un hecho distinto, si hubiera olvidado sus llaves, si su motocicleta no hubiera partido, si un semáforo hubiera dado luz roja... fueron tantos sucesos, una cadena interminable que se gesto específicamente para el fin de su existencia, algo que no se puede evitar, definitivamente no se puede escapar de la muerte...

Este tipo de cosas te hace pensar en que el tiempo; nuestro tiempo, es ahora, y aquí y que hay que aprovecharlo al máximo y no perder ni un segundo en cosas sin sentido, disfrutar lo que se tiene y no sufrir por lo que falta, valorar todo lo que existe alrededor aunque sea una ínfima partícula de polvo, tomar las decisiones correctas, tratar de cumplir todas las metas que sean posibles para sentir que logarmos algo en nuestra vida; porque de alguna u otra forma, todo se puede acabar de un momento a otro.

Me parece algo preocupante lo que pueda ocurrir el día de mañana, pensar que de no haber olvidado algo en casa, podría no estar aquí, que tenemos un destino ya fijado y darme cuenta de que definitivamente las cosas pasan por algo...
Si tan solo existiera un oráculo para poder saber hasta donde llega nuestra vida, y tratar de hacer lo más posible durante el tiempo que podamos, sería todo fácil, sería todo mucho más fácil...